Se acercan unas fechas muy esperadas y unos días que, seguro, serán inolvidables. Ya mismo estaremos en el EABE14. Pero no olvidemos lo que nos lleva a Úbeda. Creo que allí nos lleva una preocupación por la mejora de la educación, un certeza de que otra educación es posible, más o menos "reduvolutionaria", pero diferente, que tenga al alumnado como verdadero protagonista, que pueda ser narrada y visualizada, que esté presente en las redes y que tenga perspectiva de futuro y deje, de una vez, el pasado definitivamente atrás. Yo, al menos, así lo creo.
Por eso, el EABE es esperanza de que eso puede ser posible, es reencuentro y desvirtualización con profesionales que saben que eso es posible, que lo hacen posible, que lo intentan. Y de aprender sin que un@ se de cuenta de que lo hace, como nuestr@s alumno@s.
Pero, también, es contraste. Contraluz de la realidad. De much@s docentes agobiados, sin perspectiva, sin esperanza. Es un momento en que nos reunimos, ya sea oficialmente o en el modo "pirata", l@s que anhelamos algo diferente y l@s que sabemos que es posible, los que lo intentamos e incluso parece que lo conseguimos. Pero venimos cada un@ de nuestra realidad y esta, muchas veces, nos decepciona. No debe hacerlo.
Y, a partir del viernes, en Úbeda, lo vamos a demostrar. Y mis alumnos, también.
Sólo una última cosa. Un antiguo alumno, ahora profesor de secundaria de inglés, me confesó el pasado fin de semana por Twitter que llevaba tiempo pensando que debía cambiar y que me tenía como referente. Orgullo y...porqué no decirlo, hasta unas lagrimitas. Por todo lo que supone de pasado, presente y, sobre todo, futuro.
Y, para colmo, viene PISA y el Ministerio y nos dan la razón. Si es que estos del INTEF....
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