miércoles, 5 de diciembre de 2012

EDUCACIÓN E IDEOLOGÍA, O VICEVERSA.

No sé de donde se sacan algun@s que la educación en España tiene muchos problemas, malos resultados o un fracaso escolar elevado. No lo entiendo, la verdad. Sobre todo cuando en la discusión de la LOE el gran problema fue Educación para la Ciudadanía y la religión en la escuela y con la LOMCE el debate es sobre el eufemismo llamado "lengua vehicular" que da toda la sensación de ser algo así como de lo que se habla y cómo se habla cuando un@ va en el metro, en el coche o en el autobús al trabajo. Sé que para algun@s los dos temas son muy importantes. 

Sin embargo, para mi lo más importante es cómo mantener en el sistema a aquell@s que se salen, los que no pueden acceder a una formación mínima o básica adecuada, que se quedan en la estacada porque el sistema no es capaz de ofrecerles una salida formativa común y válida. Y algun@s dirán que es que no tienen interés, que dan mucha lata, que no estudian, que no aprueban, etc., etc.  Y pienso que a este alumnado le importa bien poco si lo consiguen en catalán o castellano o si lo hacen con o sin religión o con o sin educación para la ciudadanía. Y a mí, tampoco me importa mucho.

Habrá quien se lleve las manos a la cabeza por lo que acabo de afirmar. Yo me las llevo cuando escucho o leo algunas afirmaciones o algunos debates que hablan de lo divino y de lo humano pero que no tienen en cuenta el verdadero problema de nuestra educación: NOS OLVIDAMOS DE LOS ALUMNOS. Y sin ellos no tiene sentido nada de lo que hablemos, debatamos o afirmemos como verdades inequívocas.

¿De verdad estamos hablando estos días de educación, o lo hacemos de ideología?

¿De verdad no nos damos cuenta que el verdadero problema de la nueva ley es su visión segregadora y selectiva y su intento de apartar a los que tienen dificultades en vez de ayudarlos?

¿De verdad no vemos que lo que debemos hacer es ofrecerle al alumnado la mejor formación posible, a cada un@ según sus posibilidades, sin dejar a nadie, que quiera, en la estacada?

¿De verdad pensamos que las distintas vías o itinerarios no van a ahondar las diferencias "de clase", no van a mantener y aumentar la distancia entre los que pueden porque tienen condiciones y los que no pueden porque no las tienen?

¿De verdad no nos preocupa el rechazo que genera este fracaso entre el alumnado que se ve relegado y sus familias?

Y, con todo esto, parece que lo verdaderamente importante es que todo lo anterior ocurra en castellano o catalán. Este es nuestro problema en PISA, no otro.

Hablemos entonces de educación. Hay que cambiar metodologías docentes, hay que cambiar la formación inicial y continua del profesorado, hay que dar recursos, sobre todo humanos, a los centros y hay que pensar en el alumnado como objetivo fundamental del sistema educativo.

Y dejémonos de monsergas, digo de ideología.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Manuel Jesús, pero cuando no ya desde la esfera política sino desde la profesional ya sean compañeras o compañeros de trabajo, ya sea la inspección, se centran casi exclusivamente en los "resultados académicos" entendidos como una calificación sin plantearse las causas de esos "malos resultados" de una manera crítica sino que "echamos balones fuera" argumentándolos en la apatía del alumnado, en la falta de colaboración de las familias, en "vaya usted a saber" qué otras causas, muy difícilmente podremos mejorar ya que cada vez nos vamos alejando más de nuestro objetivo principal, que no es otro que conseguir adultos formados en el espíritu crítico.

    Tal vez sea porque la escuela y la sociedad se están alejando cada vez más y nosotros, desde nuestro trabajo mucho me temo que estamos más preocupados por replicar nuestros propios modelos que conseguir nuestros objetivos.

    Como bien dices hacen falta muchos cambios: metodológicos, de formación inicial y permanente del profesorado, pero en la situación actual no parece probable que las instancias políticas muevan un dedo para conseguirlo.

    Tal vez sería el momento de plantearse una estrategia "hacker educativa" mediante la que fuera posible, sin apoyo externo (ojalá que no fuese así), cambiar la escuela para poder cambiar el mundo.

    Ha sido reconfortante leerte y ver que todavía no está todo perdido, especialmente si somos capaces de conectar nuestros "pequeños mundos" porque entonces tendremos alguna posibilidad de éxito.

    Hasta pronto Manuel J.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Juan. La entrada está pensada no tanto buscando soluciones, que son muy complejas, sino viendo lo endeble, demagógico y falso de los debates planteados. Como nos centramos en cortinas de humo y nos distraen de lo esencia. En fin, a ver si en el EABE podemos coincidir. Mientras tanto nos tenemos en las redes.

    ResponderEliminar