No nos equivoquemos, no voy a hablar de Astérix y Obélix y de los ridículos romanos de Petibomun o Babaorum. Me refiero a un grupo de docentes que nos reunimos el jueves pasado en el IES Delgado Brackembury de Las Cabezas de San Juan, convocados por el CEP de Lebrija, para el Encuentro Final de grupos de trabajo y planes de formación en centros de la zona.
Así nos calificó Juan Antonio Álvarez (Juancho, para los amigos), el inspector invitado al acto, y algo parecido comentamos, poco antes, algunos de los presentes en referencia a las nuevas condiciones que nos esperan con los recortes educativos y la cantidad de docentes, experiencias y materiales allí presentes.
Porque no cabe duda de que, sin falsas modestias, tenemos mucho mérito y demostramos continuamente nuestra ilusión, nuestro esfuerzo por mejorar, por aprender y, sobre todo, conseguir que nuestro alumnado esté mejor preparado o, simplemente, aprenda. Y que lo haga en su escuela, en su escuela pública de calidad, de la que indudablemente vimos grandes muestras en esa tarde.
Comunidades de aprendizaje, trabajo por proyectos, escuela de familias, el cómic como hilo conductor del aprendizaje, la inteligencia emocional, el cálculo como estrategia de razonamiento, la expresión escrita y la inclusión o materiales para atender a la diversidad. Nada más y nada menos. Esos fueron los temas protagonistas del encuentro, junto con los materiales expuestos en los pasillos del centro y el repaso audiovisual a todo el trabajo y las actividades del CEP durante el curso. Y, como no, la copa de convivencia final.
Pero es que una semana antes nos habíamos juntado también mas de 400 docentes en el CEP de Castilleja para La Semana de los Proyectos.
Lo dicho, irreductibles. Pero, sobre todo, ¡¡¡que nos gusta lo que hacemos, caramba!!!, que disfrutamos, que supone esfuerzo, pero que siempre encontramos recompensas. En el apoyo de un/a compañero/a, en la sonrisa de un/a alumno/a. En las batallas contra los ridículos que no entienden esto.
Gracias a to@s y, especialmente al CEP de Lebrija, por ayudar a que los sueños se cumplan.
Realmente somos irreductibles; que bien lo has explicado. Muchisimas gracias por tus comentarios. Desde luego como Obelix nosotros no necesitamso poción mágica, la llevamos en la sangre. ¡NOS GUSTA NUESTRA PROFESIÓN! Amamos a los niños/as, creemos que somos una parte importante de su presente y de su futuro y aunque algunos se empeñen, no nos vamos a rendir, vamos a seguir trajando con MUCHO CARIÑO E ILUSIÓN.
ResponderEliminarAntonio Alfonso
Gracias, Antonio. Después de los post sobre la Semana de los Proyectos y lo vivido en jueves tenía ganas de poner en esta entrada esa sensación de no querer rendirnos, de seguir "palante". Gracias.
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