1.
INTRODUCCIÓN (y
base del planteamiento).
La tarea enviada por uno de los participantes en el curso de Competencias Básicas en el aula que desarrollo en el IES Seritium de Jerez, me ha servido para elaborar una respuesta que se ha ido convirtiendo en una reflexión amplia sobre la programación y evaluación de las competencias, y por ello la dejo aquí. Como una reflexión personal sobre un tema candente entre el profesorado.
Como docentes no tenemos mucho
hábito, en general, de programar. Las programaciones eran un mero trámite
burocrático y, básicamente, reflejaban las de los libros de texto que
utilizábamos. Esa fuerte tradición permanece y seguimos, en general, también
con la idea de trámite burocrático y de expediente que hay que cumplir. Sin
embargo, las competencias básicas (en adelante, ccbb) han venido “a
complicarnos la vida” porque tenemos que concretar en el centro (Proyecto
Educativo), en el departamento (Programación Didáctica) y en el aula
(Programación de Aula) cómo vamos a desarrollar las ccbb del alumnado, ya que
la normativa no fija esa concreción del desarrollo curricular. Por ello,
programar o diseñar nuestra hoja de ruta de cómo vamos a desarrollar las ccbb
del alumnado se convierte entonces en una tarea imprescindible y necesaria para
lo docentes.
Y programar no deber ser
burocrático, sino pedagógico. No debe ser un trámite, sino la base de nuestro
trabajo. No debe ser una carga, sino una ayuda para poder desempeñar mejor
nuestra tarea docente. Claro que cuesta trabajo, claro que no estamos
acostumbrados; pero también debe quedarnos claro que es la mejor forma de
plantear lo que tenemos que hacer y, sobre todo, lo que tiene que aprender
nuestro alumnado.
2.
CERTEZAS
(espero).
· Tenemos que desarrollar las ccbb del alumnado. Porque tenemos que
cumplir la ley pero también, y sobre todo, porque es la mejor forma de que
nuestro alumnado se desenvuelva en el mundo.
· Evaluar es valorar, no calificar. Al valorar podemos dar un valor o
una calificación, pero lo importante es el proceso, no el resultado.
· Se evalúa obteniendo información (tareas y actividades) y utilizando
unos criterios de valoración (los criterios de evaluación).
· Si valoramos siguiendo unos criterios, tenemos que plantear tareas y
actividades que podamos valorar con ellos.
· Los contenidos deben servir, básica y fundamentalmente, para
desarrollar ccbb y no sólo para almacenar información. Por otra parte, no
podemos, porque sería ilegal y contrario a los intereses del alumnado, dar los
contenidos que más nos gusten y como nos dé la gana, sino los considerados
básicos e imprescindibles para el desarrollo de las ccbb del alumnado, que ya
están fijados en la norma (no sería lógico y sería poco coherente decir que el Decreto
nos quita autonomía pedagógica y, sin embargo seguimos a pies juntillas lo que
nos marcan los libros de texto y las editoriales. ¿No será este planteamiento
fruto de la comodidad y el desconocimiento?).
· Lo importante es saber qué necesita aprender nuestro alumnado para ser
competente, no qué tengo yo que enseñar. Es decir, debemos centrar la mirada en
el trabajo del alumnado y no tanto en el nuestro.
3. DUDAS Y
CONTRADICCIONES (ser docente es, en sí mismo, una contradicción).
· ¿Qué significa ser profesor en el siglo XXI? ¿Sólo dar clases?, ¿sólo
ser experto en alguna materia?, ¿programar y diseñar actividades?, ¿ser un guía
del aprendizaje autónomo del alumnado?, ¿limitarse a enseñar contenidos? Sea
como sea, lo que sí es cierto es que nuestro papel seguirá siendo básico en el
aprendizaje del alumnado y, más, en un mundo cada vez más cambiante, más tecnológico
y más social (redes, globalización, información, etc.).
· Tenemos que valorar (EVALUAR) competencias y tenemos que poner una
nota numérica oficial (CALIFICAR). Hasta ahora, lo que se ha hecho, con la
escala, porcentajes y medias que queramos, es valorar para calificar y después
traspasar esa nota “oficial” a la valoración de las ccbb. Por ello, se ha intuido
la evaluación de ccbb como un añadido, porque seguimos trabajando y evaluando
casi de la misma manera que hace 10, 20 o más años; pero, ahora, tenemos que
cumplir con el trámite de las ccbb. Ese es nuestro problema: queremos seguir
haciendo lo de siempre y que las ccbb no modifiquen nada nuestra tarea docente.
Y ese no es el camino.
· Se escucha con frecuencia que hay que ir “poco a poco” o “que no sabemos”.
Desde el 2007 tenemos que hacerlo y todavía seguimos casi igual. Hay muchos
avances, hay muchos cambios, pero, básicamente, el núcleo mayoritario de
docentes está, después de 5 años, casi igual que al principio. Así no hay manera.
· Hay una confusión terminológica en el concepto de indicador. Tal como
se plantean en el curso y en el método de programación que planteo y que se ha
desarrollado en el IES
Virgen del Castillo, los indicadores son los que te indican o señalan cómo
desarrollar actividades para poder trabajar y evaluar ccbb. Tal como se
plantean en otros términos, son meros descriptores de éxito para saber si el
alumnado domina tal o cual competencia. Los dos conceptos INDICAN, SEÑALAN,
pero el que yo propongo señalan lo que hay que hacer y el otro concepto señala
el grado de consecución. Al primero deberíamos llamarlo INDICADOR y al segundo
DESCRIPTOR. Esta es una confusión frecuente que puede despistar del objetivo
último: programar ccbb para poder trabajarlas y evaluarlas.
4.
TAREAS, ACTIVIDADES
Y EVALUACIÓN (el meollo de la cuestión).
Si hemos partido de la certeza o
premisa de que lo más importante es el aprendizaje de nuestro alumnado, tenemos
que plantearle actividades que lo mejoren. Si, por otra parte, hay que
plantearle actividades que se valoren, hay que hacerlo según los criterios de
evaluación que vamos a utilizar.
Y para esto no hay otra que
programar. No para el inspector, director o jefe de departamento de turno, sino
para el
alumnado (una programación
pedagógica, no burocrática). De esta forma, esa programación de actividades
debe ser la guía didáctica de nuestro trabajo para poder desarrollar las ccbb
del alumnado (la base de nuestro trabajo
y no un mero trámite). Y, finalmente, nos permite ver el posible avance del
alumnado en ese desarrollo (una
posibilidad de mejorar nuestro desempeño docente, no una carga).
Para programar no hace falta
saberse los contenidos, objetivos o criterios de evaluación sino tener claro
que tenemos que relacionarlos con las ccbb. Es decir, lo importante de la
programación, aparte de su sentido de planificación, es el diseño, es saber
porqué y para qué programas. Y que no te programen, que suele resultar más cómodo.
En definitiva, para poder
evaluar hay que desarrollar unas actividades y tareas programadas y si se
tienen que evaluar ccbb, hay que utilizar los criterios de evaluación. En estos
criterios de evaluación están descritas las actividades y tareas con las que se
pueden trabajar las ccbb para poder evaluarlas (los desarrollos de cada
criterio), que están expuestas de manera
expositiva, dan pistas. Si esas pistas las concretamos, las aislamos,
definiendo cada actividad o tarea planteada, estamos sacando indicadores (en el
sentido de señalar la actividad a desarrollar) que podemos plantear en
infinitivo, por aclararnos, o como se quiera, pero que deben dejarnos claras
las actividades y tareas que el alumnado tiene que realizar para que podamos
valorar si van desarrollando las ccbb.
Siguiendo ese camino, el de la
programación por indicadores, la evaluación de las ccbb se simplifica,
porque sólo valorando la tarea realizada (que ya ha sido relacionada con las
ccbb mediante la programación o que podemos relacionar en cada unidad
didáctica) podemos evaluar el desarrollo de las ccbb de nuestro alumnado.
Sin embargo, la evaluación de
las ccbb se nos hace un mundo a los docentes por varios motivos:
- Por la contradicción, ya mencionada, de tener que evaluar ccbb y de poner una nota oficial. La contradicción entre valoración y calificación.
- Por la poca o casi nula costumbre o hábito de programar y trabajar las ccbb. Seguimos utilizando, en general, las mismas metodologías y los mismos instrumentos de evaluación que hace décadas y nos cuesta cambiar.
- Porque, tanto por un motivo como por otro, la evaluación de ccbb es un añadido incómodo, que avisa a nuestra conciencia docente que tendríamos que hacer las cosas de otra manera, pero que no sabemos o nos resistimos a cambiar para poder hacerlo.
Precisamente por lo
anterior, aparecen (con toda la buena voluntad y con un gran despliegue de
conocimiento que demuestra nuestra preocupación por intentar alcanzar una
solución a este dilema) fórmulas mágicas en formatos complicadísimos donde
colocando una nota allí y otra allá, nos sale tanto la calificación como la
valoración del desarrollo de las ccbb. Pienso, con toda sinceridad, que las
necesitamos como un clavo ardiendo para poder seguir haciendo lo mismo y tranquilizar
nuestras conciencias con una valoración objetiva y científica de las ccbb.
Pienso, también, que son muy complicadas y que al final crean un rechazo que
aleja al profesorado de las ccbb por no saber cómo evaluarlas. Pero también
reconozco que son geniales y demuestran todo lo bueno que
tenemos los docentes.
En relación con esto
y tanto por el interés de muchos docentes en buscar esa fórmula mágica, como
por el de la inspección en que el profesorado tenga un seguimiento adecuado de
su alumnado, yo he creado otro
modelo, más simple y por unidades, que estamos valorando en nuestro centro.
No nos engañemos, tiene las mismas limitaciones de todas estas tablas: sirven
para un modelo de programación y no solucionan nada, por muy maravillosa que
sea la hoja de cálculo, si seguimos utilizando la metodología tradicional. Por
muy maravillosa que sea se puede convertir en una quiniela que se rellena a
conveniencia para que salga la nota media de los exámenes, que es la que, en la
gran mayoría de los casos, se quiere poner como nota oficial.
La evaluación de las
ccbb es más una cuestión de asimilación de la necesidad de unas nuevas
metodologías y unos instrumentos de evaluación más variados y adaptados a la
anterior, que una cuestión de números y
fórmulas, por muy válidas que están puedan resultar si se utilizan bien y de
que, de verdad, se trabajen las ccbb en el aula.
Finalmente, se observa que se hace
cuesta arriba tener que programar (porque no estamos acostumbrados y nos parece
algo burocrático) pero queremos fórmulas mágicas complejas que nos solucionen
nuestros problemas de evaluación de ccbb, que, sinceramente, creo que la hacen
más complicada. Todo sería mucho más fácil si cambiásemos nuestra perspectiva y
nos diéramos cuenta de que si programamos las ccbb y las trabajamos en el aula,
las podemos evaluar con cierta facilidad.
5.
CONCLUSIONES (a
ser posible).
§ El centro
del proceso educativo debe ser el alumnado. Los docentes deberíamos preocuparnos
más por programar lo que el alumnado tiene que aprender que por lo que nosotros
queremos o pensamos que deberíamos enseñar. Por eso los indicadores se redactan
de forma que se orienta a la actividad del alumnado, no del docente.
§ Programar
ccbb puede ser una tarea nueva y compleja al principio, pero nos abre los ojos
sobre cómo tenemos que trabajarlas en el aula y cómo se pueden evaluar. Esa experiencia
la he vivido en el IES Virgen del Castillo, tanto al programar tareas integradas
como con las nuevas programaciones
didácticas por ccbb de este curso.
§ Programar
no es una tarea memorística sino pedagógica, no es una mera relación de conceptos
más o menos complejos, sino que tiene que reflejar un planteamiento educativo, un
diseño o guía de trabajo.
§ La
programación y el trabajo de las ccbb hacen que nos tengamos que replantear nuestras metodologías y nuestros
hábitos evaluadores. Es decir, nos fuerzan a cambiar nuestra labor docente, que
tradicionalmente es muy estática y poco innovadora. En las circunstancias actuales,
o incluso de los últimos años, esto se hace más difícil y encuentra más resistencia
entre el profesorado.
§ Sólo
podemos evaluar si tenemos información y
criterios de valoración. Ambas cosas las tenemos con las actividades y tareas y
con los criterios de evaluación, que además nos INDICAN qué tipo de actividades
y tareas tenemos que programar para trabajarlas en el aula y, de esa forma,
poder evaluarlas.
§ Y, finalmente,
lo importante no es la terminología, sino la metodología. Lo importante es el trabajo
en el aula y que nuestro alumnado aprenda y sea competente.
Como profesor intento hacer un verdadero esfuerzo en verle la utilidad a este invento de la CCBB, pero no lo consigo. Sobre el papel está muy bien el planteamiento teórico. En un despacho universitario, hacer una tesis o una investigación queda muy bien, pero el que inventó esta historia lo que ha hecho ahora es largársela a los profesores para que se las averigüen. Lo que no es de recibo es haber puesto un sistema de doble evaluación del alumnado: o se evalúa por asignaturas con nota de 0 a 10 o se evalúa por competencias, pero las dos no. Y la normativa es hipócrita en este sentido porque considera que el alumno que ha aprobado todas las asignaturas pasa de curso o titula. Sólo acude a las CCBB cuando suspende las asignaturas. En mi centro se ha intentado crear un modelo que simplifique al máximo los indicadores de competencias, pero no hemos conseguido bajar de 14 registros por alumno. Si multiplico por aproximadamente 100 alumnos este curso, me encuentro con la losa de que aparte de evaluar mi asignatura tengo que entretenerme en rellenar 1400 registros por trimestre con el sentimiento de que es un trabajo absolutamente inútil y burocrático; y es un sentimiento que compartimos muchos. Por eso me declaro insumiso y me limitaré a cumplir lo que estrictamente me pidan. Ya he leído muchos artículos sobre lo revolucionario y lo progre que es esto de evaluar por competencias. Si hay algún profesor que consiga enseñar su asignatura, evaluarla y encima evaluar adecuadamente todas y cada una de las competencias, además de hacer guardias, coordinar programas, ser tutor, ir de excursión, etc. etc. que levante la mano para que le demos un premio. Yo no soy capaz, pero además es que no quiero.
ResponderEliminarNo entrando al detalle en muchos de tus argumentos que son ciertos, como la excesiva sobrecarga de trabajo y el abandono absoluto de la administración, te comento que el problema, como digo continuamente, no es un problema de evaluación sino de programación y metodología. Si queremos seguir haciendo lo mismo y, además, evaluar competencias es un doble trabajo. Si queremos sistematizar hasta el detalle la evaluación de competencias es porque como no las trabajamos en el aula queremos disimular con indicadores, registros y pamplinas varias y, además, seguir haciendo exámenes, corregir libretas, etc, etc. Insoportable,como bien dices.Buscas un profesor que haga todo esto y lo demás. Pues yo conozco varios, y uno de ellos es el que te responde, que además es director de un IES con 700 alumnos y 53 profesores y que imparte 14 horas de clase. Sólo hay que soltar el lastre de lo tradicional y trabajar por tareas y proyectos. Es muy simple. No tiene mucho mérito, ni se merece más premio que el que tengo: el reconocimiento de mi alumnado. Solo se necesita decisión. Gracias.
EliminarAgradezco tu respuesta, pero el problema es que el invento de las CCBB está puesto en el BOE y que cada uno se las apañe. Vosotros habéis conseguido no desdoblar el trabajo y os felicito, pero no es eso lo que nos transmiten. Los inspectores lo que nos dicen es que tenemos que poner las notas y las competencias y no conozco a ninguna autoridad que haya dado una explicación convincente que nos convenza de que esto no es un doble trabajo para nada; si se hace el invento, hay que darlo con libro de instrucciones y las mismas para todos.
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