Recién llegado de Carmona y cargado de energía e ilusión, me pongo manos a la obra para escribir mi primera entrada sobre el maravilloso EABE12 vivido este fin de semana en Carmona.
Y lo hago con la metáfora de la isla de los sentimientos de Bucay, porque la sensación que traigo es que entre tanta crisis, tanto recorte, tanta falta de acuerdo y consenso educativo, el EABE ha sido una inyección de energía e ilusión para confirmar que es posible salvar y mejorar la educación pública con las ganas y la colaboración de alumnado, docentes y familias. Que aunque se pueda hundir la isla siempre hay algo y, sobre todo, alguien, que te ayuda a seguir y, a veces, con más fuerzas (#emotionware)
Pero vamos por partes. Lo primero es reconocer a los organizadores su trabajo y buen hacer previo y durante estos días y la capacidad para mantener un encuentro vivo y motivador. Otro elemento primordial ha sido tener la posibilidad del encuentro y el reencuentro con grandes profesionales con los que compartimos comentarios, mensajes, "me gustan", correos y tweets y a los que podemos abrazar, besar, saludar y con los que podemos conversar, debatir, compartir y, en definitiva, aprender, de todos y todas, con todas y todos (#abrazosgratis). También me gustaría destacar lo que venimos comprobando desde hace un tiempo, desde que tenemos la sana costumbre de juntarnos en saraos de este tipo: el gran potencial del trabajo conjunto del profesorado. Si a esta afirmación inequívoca le añadimos que lo invisible se hace visible y que el alumnado y las familias nos indican cuál puede ser el camino, la potencialidad del encuentro se multiplica por muchas cifras.
De estos días quedan resultados y conclusiones muy válidas, que se pueden ir analizando con tranquilidad. Por mi parte, voy a plantear las conclusiones personales en sucesivas entradas y dejo esta primera, como dije antes, para las sensaciones, para los sentimientos, para afirmar con satifacción de que ante la situación y tras la aparente desesperanza que nos rodea hay vida e ilusión.
Naúfragas y naúfragos recién llegados a la isla
Y es que el talento individual se queda pequeño al lado del talento colectivo. Por eso estoy convencido de que el siguiente gran salto será el del liderazgo (no el de la autoridad, sino el del servicio). Ya hemos trillado bastante la formación y la innovación. No es que haya que dejar de hablar de ellas, no. Pero le va tocando al liderazgo. Le va tocando a gente como tú que en estos momentos dinamizáis comunidades escolares completas. Y que hacéis visible ese proceso. Para que vuestro trabajo arroje luz sobre otros futuros posibles.
ResponderEliminar¡¡¡Seguimos!!! :)
Seguiremos siempre. Ayer con @dasava planteábamos un ejemplo de esto de seguir. Si se acaba la escuela 2.0 no significa que no avancemos en ese camino, porque tenemos los medios y la ilusión para hacerlo. Puede que se acabe lo oficial, pero no nuestras ganas. Sobre el liderazgo, hay que madurarlo, pero es cierto que tenemos que tirar y juntos tiraremos más. Como dices nuestro talento colectivo es un potencial que no sabemos hasta dónde puede llegar. Los EABE son una muestra de ello.
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