Después de ver en entradas anteriores el planteamiento y la justificación, pasemos a ver los objetivos del recurso:
a. Desarrollo de las competencias claves del alumnado. Como hemos visto es la
principal justificación del recurso y es, por eso, el principal objetivo y el
que explica todos los demás. No podemos hace autónomos y críticos, no podemos
ayudarles a ser expertos digitales, no podemos pretender que se integren en una
sociedad cambiante, digital y en red si no desarrollamos lo mejor posible sus
competencias clave. Para conseguirlo hay que trabajar un currículo integrado
que relacione todos los elementos de ese currículo para asegurarlo.
b. Atención a la diversidad. Las diferencias de capacidad y de intereses
del alumnado hacen necesario que el desarrollo de las competencias claves deba
realizarse de la manera más personalizada e individualizada posible con tareas de diferente grado de dificultad y
con la ayuda de los compañeros gracias al
trabajo cooperativo.
c. Autonomía del alumnado. Desarrollar competencias claves debe conducir a los aprendices a
poder adaptarse a realidades cambiantes y líquidas y resolver problemas de la
vida real. Y eso no puede hacerse si el alumnado no es autónomo y se va
empoderando y siendo protagonista de su propio aprendizaje.
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d. Aprendizaje TIC-TAC-TEP. En la era digital y de las redes sociales
hay que usar las herramientas tecnológicas para desarrollar metodologías que
permitan conseguir los objetivos anteriores. Buscar información e investigar en
la red, manejarse en los nuevos formatos hipermedia y transmedia, crear sus
propios materiales y recursos y difundirlos en la red son elementos necesarios
no sólo para el aprendizaje escolar del siglo XXI sino para el aprendizaje para
toda la vida.
e. Evaluación formativa. La evaluación es un proceso íntimamente unido al de aprendizaje. Hay
que valorar lo que el alumno aprende y también los factores que explican su
evolución. Por eso es muy útil usar la autoevaluación y la coevaluación y que
el proceso de valoración sea más un debate de aprendizaje que una tortura
calificatoria. Para esto, lógicamente, hay que utilizar instrumentos de
valoración que se adapten al nuevo tipo de aprendizaje como la observación,
diarios de aprendizaje, rúbricas o pruebas que midan el desempeño TIC
integrando la capacidad de comprensión y expresión del alumnado.
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