Después de la primera entrada de la serie, dedicada al planteamiento, veamos ahora su justificación.
El proyecto se fundamenta y justifica en la necesidad de cambiar el proceso de aprendizaje para conseguir el desarrollo pleno de las competencias claves del alumnado. El aprendizaje que se desarrolla en la institución escolar, por la experiencia y los resultados obtenidos, es una aprendizaje básicamente memorístico y basado en los contenidos, mientras que debería ser, y esto es lo que se propone aquí, un aprendizaje que permita una mayor autonomía del alumnado al desarrollar sus competencias clave y su plena integración en una sociedad en permanente cambio, donde es más importante saber adaptarse de manera crítica que tener conocimientos cerrados que pueden quedar obsoletos en poco tiempo.
El proyecto se fundamenta y justifica en la necesidad de cambiar el proceso de aprendizaje para conseguir el desarrollo pleno de las competencias claves del alumnado. El aprendizaje que se desarrolla en la institución escolar, por la experiencia y los resultados obtenidos, es una aprendizaje básicamente memorístico y basado en los contenidos, mientras que debería ser, y esto es lo que se propone aquí, un aprendizaje que permita una mayor autonomía del alumnado al desarrollar sus competencias clave y su plena integración en una sociedad en permanente cambio, donde es más importante saber adaptarse de manera crítica que tener conocimientos cerrados que pueden quedar obsoletos en poco tiempo.
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Esa sociedad cambiante ha proporcionado herramientas que permiten tener
el conocimiento al alcance de la mano, o más bien de un click, y por lo tanto
el papel que juegan los aprendices y los docentes ha cambiado por completo
aunque eso no se refleja en la realidad del aula. El alumnado aprende cada vez más fuera del aula, en Internet, en
las redes sociales y su aprendizaje puede ser más autónomo y personal y más
informal por lo que ya no necesita un aprendizaje formal meramente transmisivo.
Sin embargo, esto no significa que los aprendices no necesiten un guía que
oriente ese potencial de aprendizaje y le haga capaz de aprender crítica y
autónomamente. Ese es, o debería ser, el nuevo rol docente, el de guiar, orientar, fomentar la autonomía del
alumnado y hacer a los aprendices protagonistas de su propio aprendizaje,
para que investiguen, creen y difundan sus producciones en un mundo cada vez
más digitalizado y en red. En definitiva, que la Escuela pueda convertirse en
centros de I+D+i y deje de ser sólo el templo de un saber inmutable.
Todo lo anterior hace posible,
además, una atención más personalizada y un aprendizaje más individualizado que
haga posible proporcionar una atención la diversidad realmente inclusiva ya que
permite integrar el aprendizaje individualizado en el aprendizaje del
grupo-clase.
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Lógicamente, para conseguir todo
esto, debe cambiar el planteamiento del trabajo en el aula con el objetivo de
diseñar tareas, actividades y proyectos significativos y contextualizados que
utilicen las herramientas TIC como base del trabajo, lo que permitirá que los
aprendices sean realmente nativos digitales (y no huérfanos digitales como
hasta ahora), y puedan tener más autonomía, que puedan ser más creativos y,
sobre todo, que acerque e integre su aprendizaje informal con el formal. De esa
forma, el alumnado utilizará las TIC (tecnologías de la información y
comunicación) como herramientas que le permitan crear y mejorar sus
conocimientos, es decir, las TAC (tecnologías para el aprendizaje y el
conocimiento) y ser capaces de participar, colaborar, compartir y ser
protagonistas de su propio aprendizaje, las TEP (tecnologías para el
empoderamiento y la participación) y de esa forma el alumnado irá creando su
propio PLE (Personal Learning Enviroment).
También, como es de suponer,
este planteamiento cambia por completo el proceso de evaluación que deberá ser
algo continuo, integrado con el proceso de aprendizaje y enfocado hacía el
aprendizaje y no a la mera calificación, En definitiva una evaluación formativa
que permita al alumnado aprender de sus errores y no arrepentirse de ellos para
toda la vida.
Hola. me parece que tu enfoque es por dónde tiene que dirigirse el futuro, pero ya presente, de la enseñanza. Estoy de acuerdo con que la evaluación debe de ser continua, en el día a día y que el profesor debe aasumir el rol de orientador y fomentar la autonomía del alumnado. Los alumnos tienen que aprender con la investigación, la creación y la difusión de los contenidos. La parte negativa es que requiere un esfuerzo de todos y todos los cambios cuesta asimilarlos... ojalá esta forma de enseñanzafuera ya una realidad.
ResponderEliminarGracias. En eso estamos.
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