#OrgullosoDeMiAlumnado

Pues sí. De un alumnado motivado, que quiere llevarse tarea a casa, que se inventa canciones para trabajar el acoso escolar, que dibuja carteles con figuras "manga" viendo en clase vídeos de Youtube de cómo dibujar cabezas de ese tipo, que se inventa un decálogo contra el bullying, que quiere terminar bien su tarea, que cuando hace un kahoot pide ¡otra, otra, otra!, que apuesta por metodologías activas "porque la educación hay que cambiarla", que poco a poco va aceptando el trabajo cooperativo y que empieza a ayudar más que a criticar a los miembros de su grupo, que quieren explicar los monumentos de Lebrija en plena calle.

Sí, orgulloso de mi alumnado. Muy orgulloso.

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Porque creo que ya está bien de quejarnos de que los alumnos no trabajan, que no hacen las tareas, que no estudian, que no leen, que no... Negatividad y frustración contagiosa que se transmite al alumnado como una proyección autocumplida. En conversaciones recientes he comentado que no hablamos de educación sino de los problemas de la educación. Y no damos soluciones, sino que sólo ofrecemos quejas. Y las soluciones las tenemos a nuestro lado, en nuestro interior: cambio metodológico, metodologías activas, alumnado protagonista, actividades motivadoras y contextualizadas, fomento de la creatividad. 

La Educación como oportunidad de recuperar la emoción del aprendizaje y la creatividad y no como un sufrimiento inevitable y tedioso.

¿Y tú, estás orgulloso de tu alumnado?