Ayer pasamos un día intenso y magnífico en las cercanías de Priego. El objetivo de nuestro encuentro era colaborar en la organización del EABE de Córdoba. Soñarlo. Y lo soñamos. Y aportamos ideas. Como éstas: dinámicas de grupo para conocernos mejor, "apadrina a un novato", rincones formativos colaborativos o pequeños TED TALKS, rápidos y dinámicos, en alguna sesión conjunta. Pero. como siempre, lo importante fue el debate establecido para hacer propuestas y llegar a conclusiones. Por cierto, la más clara fue que lo importante es el alumnado y su formación. Conclusión, por otra parte, que no tiene mérito ninguno pues es algo asumido por la inmensa mayoría de los docentes. Uy, perdón, se me han olvidado los signos de interrogación en la parte final de la última frase.
Y otras hierbas, digo hongos. Si la tarde se dedicó a soñar el EABE, la mañana fue extraordinaria por tres motivos. El primero, por la acogida y lo que aprendimos del personal del Jardín Micológico, el segundo por haber podido compaginar espléndidamente las nuevas tecnologías y la naturaleza, la realidad y su versión aumentada (a pesar de los problemas técnicos).
Y el tercero, por haber hecho posible la charla, la conversación, la amistad, la desvirtualización de los participantes en un ambiente de tranquilidad (excepto quizás por el cierto estrés tecnológico y la aventura de colocar los códigos QR), de paseo, de relax. Por vivir un ambiente EABE.
Al final de la entrada os dejo los tuits de hashtag #OpenSeta
Gracias. Estamos. Seguimos en el camino.
Hola. ya se aprecia por las fotos que disfrutasteis mucho del encuentro.
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