El viernes empezó fuerte con MiguelBrechner y el Plan Ceibal que definió como un plan de inclusión social y no
sólo un programa meramente TIC. Insistió en un tema recurrente en el salón, el
de porqué la tecnología no ha impactado todo lo que se esperaba en educación, como sí lo ha hecho en otros ámbitos, y su explicación fue muy clara: hay que
invertir más en adaptar software a la pedagogía y la educación y no en la
capacitación docente, o escolarizar la tecnología, como vimos antes. También
defendió, con resultados, que el plan ha acabado con la brecha digital en
Uruguay, pero que falta para superar la brecha de conocimiento. Otra idea muy
interesante que planteó fue la necesidad de trabajar proyectos
interdisciplinares para acabar con el aburrimiento del alumnado y la alienación
del profesorado.
Y luego, Ferrnando Trujillo con algo
así como del ciberutopismo al ciberrealismo o cómo explicar el fracaso de la
tecnología en la escuela. Fernando nos dio un recital de citas que justifican o
plantean esta situación para ilustrarnos que, paradójicamente, la escuela
necesita tiempo para adaptarse a los cambios ya que en una época de transición
y crisis la escuela refleja lo que vive la sociedad en tránsito y en crisis que
le rodea.
Por la tarde, empecé a ver a ManelRives, uno de los que he desvirtualizado estos días, sobre cómo crear nuestro
propio libro interactivo. No terminé de escucharlo porque ahí empezó una
vorágine de ponencias que no he podido ver porque coincidían a la misma hora o
con la mía a las 17:30, como la de Rosa Aliarte o la de María Acaso.
Para terminar un magnífico día,
quedamos para cenar y echamos un rato estupendo el viernes por la noche.
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