En octubre de este año, cansado de resultados arrojadizos que proporcionan las pruebas externas planteé el INFORME POSÍ_XXI que pretendía, y pretende, ser un documento abierto y colaborativo para que la comunidad educativa exponga cómo podemos mejorar la educación y donde han colaborado varios docentesplanteando ideas muy válidas.
Como resultado de ese informe y del interés de muchos docentes en buscar una evaluación diferente para un aprendizaje distinto surgió también la iniciativa de las PRUEBAS POSÍ_XXI, que ya destaqué en una entrada anterior. Como resumen de la misma destacaría tres condiciones:
- No son pruebas memorísticas.
- Se basan en la utilización y manejo de las habilidades TIC del alumnado
- Miden el saber hacer más que el saber
Además, el site que se ha creado está abierto para que cualquier docente pueda aportar sus propias pruebas en una especie de design thinking de la evaluación.
Pues bien, al final de este curso y como experiencia las realizaron algunos de mis alumnos de 3º y 4º de ESO. Al realizarla, rellenaron como una actividad más el cuestionario de valoración de la prueba y plantearon su opinión (algo también fundamental en este tipo de pruebas y en el planteamiento de una evaluación formativa y donde el alumnado sea verdadero protagonista) y sus respuestas son muy significativas.
- La mayoría, (61,5%) prefiere este tipo de pruebas y sus argumentos son claros: menos aburridas, más fáciles, puedes buscar información, mayor concentración al tener que hacer cosas muy variadas, se aprenden más cosas y se hacen con más interés.
- Los que prefieren la prueba o examen tradicional argumentan que son más cómodos ("te dan el tema, haces el resumen, te lo aprendes y ya está"), son más fáciles y más manejables.
- Los partidarios no cambiarían el diseño de la prueba. Si acaso, las actividades con el vídeo y poner menos cuestionarios y más preguntas de razonamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, cabe concluir (con la prudencia lógica debido a los pocos alumnos que la realizaron ya a final de curso) que les parece bien este tipo de pruebas, que les resulta, por una parte, más cómodas y entretenidas al ser diferentes, pero también más complejas porque necesitan tener una actitud más activa ya que no sólo escriben lo que se saben en un folio, sino que tienen que decidir, pensar, escuchar, explicar, buscar información en unas páginas y escribir en otras, etc. La experiencia también me sirvió para ver que las pruebas son algo largas, al menos para hacerla en una hora de clase y con una alumnado no habituado a este tipo de pruebas mucho más activas.
Por cierto, todos, siguiendo los criterios de la rúbrica de evaluación (que conocen porque tienen el enlace a mano), aprobaron las pruebas, aunque ninguno sacó muy buena nota. Tengo que agradecerles que la hicieran sin un beneficio propio y porque yo se lo pedí explicándoles para qué eran.
El curso que viene las utilizaré en los cursos a los que imparta clase. A ver cómo sale y cómo responden (en los dos sentidos).
¿Te animas a hacerlo tu?
Imágenes de http://flicrCC.net
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