Ayer celebramos, y digo bien celebramos, en el IES Virgen del Castillo un claustro muy intenso y, creo que, productivo...y largo; pero, desde mi punto de vista , sobre todo, provechoso.
Aparte de comentar el tema de nuestro sistema de gestión y entrega del material necesario para el mismo ("pedeas" y miniordenadores) y de plantear cuestiones básicas de coordinación sobre temas de convivencia, el tema estrella era, nada más y nada menos, que la programación y evaluación de las competencias básicas.
Para ello, previamente, y ante las reticencias de cierta parte del profesorado ante el trabajo realizado el curso pasado (y planteado para continuar en este) de programar y desarrollar unidades didácticas integradas para llevar el trabajo y la evaluación de las competencias básicas al aula, se solicitaron modelos alternativos para poder exponerlos ante el claustro y debatir acerca de cómo podíamos ponernos de acuerdo en este espinoso y recurrente tema. Como era de esperar, no hubo alternativas planteadas al modelo de unidades didácticas. Algo completamente lógico pues sería una incongruencia que el profesorado estuviese preocupado por algo que ya ha resuelto. Es decir, que haya gran preocupación (e incluso angustia) en hacer algo que ya se hace y que demuestra claramente que no hay oposición a un modelo u otro sino cierto miedo y rechazo a tener que cambiar metodologías docentes ajenas al desarrollo de las competencias básicas. Por eso, el cuestionamiento docente de este trabajo se basa más en tópicos que en realidades, más en incertidumbres que en certezas: tengo muchos alumnos y eso no se puede hacer con tantos, después de tantos años esto me hace parecer un inútil e incluso el inefable y clásico: esto es lo que ya hacemos. Genial.
Se expusieron, por tanto, la explicación del modelo base con una reflexión sobre el asunto planteado, que ha quedado reflejado en una página web que pueda servir de referencia para este tema, el modelo seguido por el departamento de Tecnología (coordinado y desarrollado por Álvaro Tejero, secretario del centro) y el que sigue Rocío Ruíz, profesora de Lengua y Jefa de Estudios.
La exposición fue larga y aclaróo muchas cosas y que han quedado reflejadas bien en las conclusiones de la página web. Sobre todo ha quedado claro que hay que hacerlo, que sabemos cómo hacerlo y que sólo es cuestión de ajustar y resolver, cada un@ según sus posibilidades y capacidad, la recogida de datos sobre lo trabajado en el aula. Y, porqué no decirlo, que no hay alternativa. Bueno sí, una más complicada para buena parte de docentes, pero que sería la ideal: el trabajo por tareas integradas o por proyectos, el #PBL. En fin, todo se andará, en el camino estamos. Algun@s ya estamos, también, en este campo del PBL y vamos a seguir trabajando en esa línea.
Cierto, Manuel Jesús, las reticencias se basan en tópicos y, pienso, que las trabas para cambiar las metodologías de trabajo se deben bien a la resistencia al cambio tan habitual en nuestra profesión o bien a un cierto miedo a perder su situación de "privilegio" dentro del aula.
ResponderEliminarPero, aun así, debemos seguir insistiendo en esta línea de trabajo, al ritmo que nos permita la estructura del claustro, con el objetivo de crear inercia, de conseguir "masa crítica" que nos permita avanzar a una velocidad mayor.
No solo debemos y queremos, sino que además podemos.
Un abrazo.
Llevo años trabajando con in modelo didáctico de investigación y ciertamente me encuentro con problemas, pero no son los que tan convenientemente adelantan tus compis y otros muchos. Principalmente son la resistencia inicial del propio alumnado al que hemos adoctrinado académicamente y que cuando tiene que pensar y desarrollar un plan autónomo de trabajo se queda paralizado. Es clásica si frase: ponme algo de estudiar no de pensar.
ResponderEliminarPor otra parte, están nuestros propios compañeros que someten todo tu trabajo a una evaluación exhaustiva y crítica con comentarios del tipo "y con esto van a aprender igual?" yo contesto que igual de mal, no. Olvidan que el llamado fracaso educativo gira en torno al modelo academicista generalizado y se atreven a juzgar otras alternativas infravalorándolas desde un principio.
Menos mal que en mi centro actual @IESChN puedo trabajar tranquila y sin ser mirada de reojo. Es un placer poder compartir con mis compañeros lo que hago con tanta ilusión.