miércoles, 8 de junio de 2016

http://manueljesus.es/. NOS MUDAMOS

Crecer tiene sus ventajas y sus desventajas. Ésta es una de las últimas. Mi blog, este blog, el Direblog se muda, cambia de sitio, junto a otros sitios, blogs, páginas. Lo que ha sido y representado para mi aprendizaje este blog lo sabéis todos, pero hace falta un cambio que unifique mi presencia en la red. Por lo tanto, quiénes, por algún motivo, estéis interesados en lo que aquí se contaba y se analizaba debéis dirigiros ahora a este ENLACE (http://manueljesus.es/).

Resultado de imagen de mudanza

Gracias a todos por todo. Seguimos en otro sitio. Después de ocho años, nos mudamos

lunes, 6 de junio de 2016

HUMANIZANDO 16

El próximo miércoles día 8 se va a celebrar una iniciativa para reivindicar la presencia de las HUMANDADES en las aulas. Se trata de la iniciativa Humanizando 16 por la que algunos docentes de varios centros saldremos a la calle a dar nuestras clases para mostrar la importancia de las humanidades en el sistema educativo. El alumnado de patrimonio va a participar saliendo a la Plaza de España el míercoles a primera hora para "dar la clase" en la calle.

Previamente, hemos leído este texto que escribí para reflexionar en el aula:


Somos personas porque pensamos y nos comunicamos. Y porque vivimos en sociedad. En una sociedad que tiene una historia, un patrimonio y una cultura determinada.

En la medida que nuestro pensamiento sea más autónomo y mayor nuestra capacidad para comunicarnos, expresarnos y argumentar nuestras ideas, seremos personas más libres. En la medida, también, que conozcamos mejor nuestra cultura seremos, no sólo más libres, sino más cultos y menos ignorantes. 


Y sólo podremos conseguir lo anterior si las humanidades están presentes en nuestra formación porque nos permiten ser libres, críticos, argumentar con criterio y defender nuestras ideas, preocuparnos por los problemas que nos rodean con la intención de solucionarlos y, sobre todo, entender a los demás y ser tolerantes. 

Por eso, sin humanidades no hay verdadera educación, no hay verdadera formación de ciudadanos críticos y dispuestos a mejorar el mundo en el que vivimos para acabar con tantas injusticias, tanta superficialidad y tanta intolerancia como nos rodea.


Las humanidades no son cómodas. Nos obligan a pensar, argumentar, debatir, criticar y poner en solfa valores e ideas que parecen muy asentadas en la sociedad, proponer alternativas y, porqué no, plantear utopías que nos ayuden a caminar hacia un mundo y una sociedad mejor. No estamos acostumbrados a esto, sino a que nos lo den todo hecho y a no poner en entredicho nada: las cosas son así porque sí y punto. Por eso, las humanidades son peligrosas. Hacen que la gente piense y se pueda poner de acuerdo para cambiar. Por eso, y sobre todo por eso, son hoy más necesarias que nunca.

Pronto contaremos la experiencia.

domingo, 5 de junio de 2016

¡¡¡VANGUARDISTA, QUE ERES UN VANGUARDISTA!!!

La otra tarde me encontré en Sevilla a un antiguo compañero de batallas formativas que trabaja en un instituto de Sevilla y pasamos un gran rato tomándonos un café. Lógicamente, en la conversación salió el tema del momento de la educación y, como no, de la necesidad de cambio, de salir de la zona de confort, de utilizar cada vez más las metodologías activas en el aula. Y me confesó que, aunque está convencido, le cuesta mucho trabajo desarrollarlas en su centro porque no tiene apoyos y que incluso le han llegado a decir, con cierto desprecio: ¡¡¡eres un vanguardista!!!
Arco+2015
http://www.flickr.com/photos/11129725@N00/16025380524
Eso me llamó la atención y me hizo reflexionar y lo estuvimos hablando. Siempre nos han llamado innovadores, utópicos, "pedagogos" para reflejar que hacemos en el aula cosas distintas, pero nunca había escuchado ese apelativo que nos viene como anillo al dedo porque, según la RAE, vanguardia significa la parte de una fuerza armada, que va delante del cuerpo principal o la avanzada de un grupo o movimiento ideológico, político, literario, artístico, etc., o ir en primera posición, en el punto más avanzado, adelantado a los demás. Y entonces, no tengo más remedio que darle la razón a aquel docente que le dijo a mi amigo que era un vanguardista. Porque lo somos. Quiénes hemos decidido apostar por la Escuela Disruptiva y dejar atrás la moribunda Escuela Industrial. Quiénes utilizamos metodologías activas en el aula y hemos superado la enseñanza meramente memorística y los libros de texto. Quienes apostamos por una evaluación formativa y procesual y no meramente calificatoria y puntual. Somos unos vanguardistas. Lo que en un principio se podría haber entendido como un insulto o un menosprecio se convierte en el mejor de los halagos y de los reconocimientos. Que bien, soy un vanguardista.
Pero todo esto me lleva a otra reflexión. Si somos vanguardistas, y parece que vamos en avanzada con respecto al resto del cuerpo principal, ¿nos habremos distanciado demasiado y ya no somos una avanzadilla sino un grupo al que ya no se atreven y/o ya no quieren alcanzar? Para pensarlo.